Arrastra a la Liga a una crisis sin precedentes

Los siete pecados capitales de Tebas que condenan al fútbol español

Las razones por las que la pésima gestión de Javier Tebas han arrastrado a la Liga a una crisis sin precedentes

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Los siete pecados capitales de Javier Tebas que condenan al fútbol español
Los siete pecados capitales de Tebas que condenan al fútbol español.
Hugo Carrasco

Las eliminaciones de Barcelona, Atlético y Sevilla en Champions confirman el hundimiento de la Liga respecto al resto de las grandes de Europa. La pérdida de competitividad en los últimos años ha sido una evidencia, pero esta temporada el ridículo es ya histórico. El fracaso español está directamente relacionado con la gestión de Javier Tebas al frente del campeonato. Los graves errores cometidos por el presidente de la patronal han sumergido al fútbol nacional en un pozo sin fondo que, ahora, traerá graves consecuencias económicas ya no sólo para los clubes que se han quedado fuera de la máxima competición, sino para todos los participantes del campeonato, que vuelve a devaluarse.

El Real Madrid y el Barça han salvado de la ruina durante años a la competición, hasta que la situación se ha vuelto insostenible. El resto de clubes se beneficiaron desde 2015 de la venta centralizada de los derechos televisivos, al alza por el esplendor de los dos grandes. Desde entonces, el crecimiento de los mismos ha sido prácticamente nulo y el Patrón de la Liga no ha sido capaz de encontrar un método para hacer del fútbol español una industria tan autosuficiente como competitiva. Repasamos los siete pecados capitales de Tebas.

Hipotecar a los clubes

La falta de recursos para hacer crecer a los 42 integrantes de Primera y Segunda división, llevó a Javier Tebas a firmar con CVC un acuerdo que, a la espera de que los tribunales diriman si es legal o no, es una ruina para aquellos que se acogieron a él. Renuncian al 11% de sus derechos televisivos por los próximos 50 años por una cantidad de 1.994 millones a repartir entre los 39 equipos que formaron parte del proyecto pero de forma proporcional a lo que perciben por la comercialización de esos derechos.

Como se pudo comprobar en el pasado mercado de fichajes, esa inyección no sirvió para que los clubes solucionaran sus problemas económicos ni para hacer a sus equipos más competitivos. Sólo podían destinar una parte ínfima –el 15%– a la configuración de su plantilla.

Precios prohibitivos y bajas audiencias

Uno de los aspectos más importantes es el gran desembolso que hay que realizar para disfrutar de la Liga al completo por televisión, que la convierte en la más cara de Europa. Pese a que DAZN, nuevo operador desde esta temporada, ofrece un paquete de cinco partidos a la jornada por 19 euros mensuales, para poder disfrutar de todos los encuentros, así como de Segunda división, el precio se dispara hasta superar los 90 euros al mes. Por no hablar ya de que en los bares el precio para evitar una multa por lo que consideran piratería ronda, como mínimo, los 300 euros al mes para disfrutar de LaLiga TV Bar.

Censura y nula adaptación a las redes

Si hay algo en lo que la Liga deja mucho que desear es en su presencia en redes sociales. Los goles o las mejores jugadas de los encuentros no pueden verse ni siquiera en las cuentas oficiales de Movistar o DAZN, que son los que tienen los derechos de emisión. Censuran cualquier tipo de vídeo que se publica con imágenes de los partidos y, además, valoran qué jugadas polémicas, en función de su criterio, se incluyen o no en los resúmenes.

Control económico ineficaz

Una de las medidas estrellas de Javier Tebas al frente de la Liga para, supuestamente, evitar que los clubes pudieran irse a la bancarrota ha sido, dentro de la normativa del control económico, el Límite de Coste de Plantilla Deportiva. Esto no es más que la parte de los ingresos presupuestados que los clubes pueden destinar a la masa salarial de sus jugadores y cuerpo técnico, además de las amortizaciones de los traspasos y otros parámetros.

Como se ha demostrado, esta medida no ha sido suficiente. Algunos clubes gastan, en casos como los del Betis o el Athletic, el 80% de sus ingresos o más en gastos de plantilla. Además, pese a ese supuesto estricto control vendido por el presidente de la patronal que supervisa las cuentas de todos los clubes, equipos como el Barça o el Levante se han visto abocados a una situación económica sumamente delicada, demostrando las fisuras de una normativa que, en la práctica, es ineficiente.

Fuga de estrellas

En el último lustro, la Liga ha visto como el número de grandes figuras con las que contaban los integrantes de la competición se ha reducido considerablemente. La falta de solvencia económica de los clubes les ha obligado a desprenderse de la mayoría de sus grandes jugadores. Ni siquiera el Barcelona pudo retener a Messi. El poderío económico de la Premier League ha provocado que equipos de nivel medio-bajo de la competición inglesa se lleven a jugadores y entrenadores nivel Champions, como ha hecho el Aston Villa con Diego Carlos y Unai Emery.

Pérdida de competitividad

«Hace seis meses teníamos dos semifinalistas de Champions, y en seis meses no hemos pasado de ser los mejores a ser un desastre, ni mucho menos», decía Javier Tebas en sus últimas declaraciones. Lo cierto es que el ridículo de la Liga es más que evidente. Ya no sólo las grandes ligas del continente han adelantado a la española por la derecha, sino que hasta la portuguesa la ha dejado en evidencia.

De tener a varios equipos capacitados para pelear por grandes éxitos en Europa se ha pasado a depender única y exclusivamente del rendimiento del Real Madrid. Los blancos son la envidia de Europa a nivel de títulos pero también en lo referente a sus finanzas. Curiosamente, el conjunto madridista está siempre en el foco de los ataques del presidente de la patronal, al no querer seguir la línea que él mismo marca y que se ha demostrado que no funciona.

Devaluación del producto

Todos estos factores han llevado a la Liga a devaluar su producto de forma progresiva. Con la excusa de la pandemia, Tebas ha justificado la congelación de los ingresos por televisión. Además, vendió el acuerdo con CVC como una oportunidad para lograr un salto de calidad que le pudiera acercar a la Premier en este aspecto. El resultado ha sido contrario.

La Liga ha pasado de vender su producto por trienios a hacerlo por lustros y lejos de incrementar el precio de adjudicación de los derechos, estos se han congelado. En comparación con la competición inglesa, la Liga percibe menos de la mitad en el mercado nacional, mientras que en el internacional la diferencia es del tres veces mayor.

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